Cuando el agua calma más que el silencio 💛

Hubo un tiempo en que me sentía completamente vacía. Estaba tan cansada, tan estresada, que el solo hecho de despertar ya me parecía una batalla. Mi cuerpo estaba presente, pero mi alma pedía un descanso… uno real. Me sentía sola, atrapada en la rutina, con la mente desbordada y el corazón apagado.

Un día, probé algo nuevo: me regalé un baño de tina con una bomba efervescente. Y aunque fue un lindo momento, me di cuenta de que quería algo distinto. Algo que me conectara con mi infancia, con mis raíces… con el sur. Amo el sur: sus colores, sus olores, su calma. Quería traer esa sensación a mi vida de nuevo. Esa mezcla de naturaleza, recuerdos y magia sensorial que siempre me abrazó.

Así nació Té de Tina. Desde mi propia necesidad de refugio, de ternura, de reconexión. Pero también desde el miedo. Miedo a emprender, miedo a equivocarme, miedo al “¿y si no resulta?”. Y sin embargo, algo más fuerte me empujó: las ganas de compartir ese instante de paz con otras personas que, quizás como yo, se han sentido rebasadas por la vida.

Este proyecto es mi forma de recordarme —y recordarte— que merecemos pausa, merecemos cuidado, merecemos volver a nosotros. Aunque sea en una tina, aunque sea por un ratito. Porque a veces, el aroma de una flor puede devolvernos a casa.

Gracias por estar aquí, por leerme, por acompañarme en este comienzo.

Con amor,

Alicia 🌻